He hecho esta tarta un par de veces y siempre sale muy resultona. La primera vez que la hice fue como tarta de aniversario de mi hermano, la elegí porque le gusta la cerveza y que mejor que esta tarta para regalársela. La verdad es que me sorprendió mucho, había estado leyendo sobre en ella en varios blogs como en food&cook, y parece que viene de la famosa cocinera inglesa Nigella Lawson, es espectacular todo lo que cocina esta mujer.
La que os presento aquí es la que le hice a una amiga para su despedida de soltera. Tenía que ser una tarta sin mucha complicación y que le gustara a todo el mundo, y a poca gente no le gusta el chocolate, así que me decidí por ella ya que es jugosa y nada empalagosa.
Aunque lleve cerveza no se nota nada, bueno si saboreáis muy a fondo notareis un cierto toque especial que le da, sobretodo es especial por la humedad que le da al bizcocho.
TARTA GUINNESS
INGREDIENTES
Para el Bizcocho:
250ml Cerveza Guinness Stout (yo no encontre Stout)
250gr Mantequilla
75gr Cacao en polvo
400gr Azúcar
140ml Nata
2 Huevos
1 cda. Vainilla líquida
250gr Harina
2 ½ cdta Bicarbonato
Para el frosting:
360gr Nata
300gr Queso crema, tipo Philadelphia
150gr Azúcar glass
A COCINAR…
Precalentamos el horno a 180º y untamos un molde con mantequilla.
Calentar la cerveza sin llegar a hervir, añadir la mantequilla a trozos y remover hasta que esté fundida por completo. Reservar.
Mezclamos todos los ingredientes secos, el cacao, la harina, el azúcar y el bicarbonato. En otro bol mezclamos los líquidos, la nata, los huevos, la vainilla y la mezcla de Guinness y mantequilla que teníamos reservada. Unimos las dos mezclas y removemos un poco.
Ponemos la masa en el molde y lo llevamos al horno por un espacio de 50 minutos más o menos según el tipo de horno. Una vez lo tengamos listo, lo dejamos enfriar en el molde antes de desmoldarlo.
Mientras se hornea podemos ir preparando el frosting, mezclamos el queso crema con el azúcar glass y le añadimos la nata que montaremos previamente.
Para terminar, una vez frio el bizcocho, lo ponemos en la fuente de servir y untamos por encima con el frosting, con suavidad y dejando que se derrame un poquito por los bordes de la tarta, así le daremos un aspecto a la espuma de la cerveza.
Si la tomamos de un día para otro veremos cómo cambian las texturas, sobre todo el frosting que se pasa a ser más untuoso.
Para la despedida solo me faltaba coronar la tarta con un motivo especial, le preparé un “bizco-pene” con bizcocho de vainilla y mascarpone a partes iguales regado con esencia de frambuesa. Lo mezclamos todo bien, le damos la forma deseada y conservamos en el congelador mientras fundimos chocolate blanco con un poquito de tinte rojo y amarillo para formar chocolate con color carne. Una vez fundido sacamos el “bizco-pene” del congelador y bañamos con el chocolate de color carne y con unos fideos de chocolate. Volvemos al congelador para que endurezca la cobertura y repetimos la operación tantas veces como gruesa queramos la cobertura. Conservamos en el congelador hasta una hora antes de servirlo, a fin de que nos conserve la forma. La intención es que quede crujiente el chocolate y blandito el relleno.
Creo que la novia le sorprendió, bueno todas quedaron encantadas con la tarta y nos echamos unas risas :D
Espero que no ofender a nadie por la fotos…
Ciao!
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